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Por qué me hacen ghosting y qué hago para evitarlo

Si alguna vez la persona a la que estabas conociendo desaparece de la noche a la mañana y sin darte explicaciones, ¡te ha hecho ghosting!

Si esto se ha convertido en una tendencia en la mayoría de tus historias sentimentales, te preguntarás «por qué me hacen ghoting»

Pues esto es precisamente lo que te voy a contar. Sigue leyendo y encontrarás las respuestas que buscas a tus problemas de ghosting.

Para ello quiero compartir contigo el error que cometía cuando estaba hambrienta de amor y deseando encontrar pareja. Espero que mi experiencia te ayude…

Tengo una amiga que dice: “cuando te regalen un pastel, devuelve un pastel, no regales una tarta”.

Esa frase define a la perfección una forma de actuar con los hombres, que repetía como disco rayado en todas mis relaciones.

Y que les sucede también a muchas de las mujeres a las que ayudo con mi programa.

Y es que había en mí una tendencia terriblemente poderosa a ser excesivamente generosa con el otro, a adelantarme a sus necesidades, a fijarme minuciosamente en sus gustos y grabarlos a fuego en mi disco duro.

Para después llenar de detalles a esa persona a la primera de cambio y prácticamente cuando la acababa de conocer…

Y todo ello sin estar recibiendo a cambio ni una décima parte y sin esperar nada ¿o en realidad si lo esperaba?

Y esto que parece guay e incluso digno de admiración, en realidad es más bien todo lo contrario porque las cosas cuando se llevan al extremo asustan… y mucho.

Cuando hago un recorrido por todos los hombres que pasaron por mi vida y que después no llegaron a nada (es decir, todos hasta mis 43 que es cuando conocí a mi actual pareja), me doy cuenta de la cantidad de detalles que tuve con ellos de manera desproporcionada.

Para comprender el alcance de la situación te pondré algunos ejemplos completamente reales: regalé viajes a varias ciudades europeas, me busqué la vida para localizar dónde comprar entradas para un grupo de música que solo tocaba en Alemania y regalé el pack completo: concierto+hotel+vuelo; hice una búsqueda minuciosa hasta encontrar ese libro tan especial que parecía haber sido eliminado de la faz de la tierra; rastreé páginas y páginas de internet hasta dar con el reloj que le hacía ilusión, o la camiseta o las zapatillas que estaban “out of stock”…

Y así un suma y sigue de esfuerzos para sorprender a esa persona, para llenarla de atenciones, para hacerla feliz, para cumplir sus deseos como si hubiera sido poseíada por el “hada madrina” de la vida.

¡OJO!, y todo ese derroche de generosidad cuando practicamente acababa de conocer a esos tipos y teniendo un situación económica muy ajustada, ¿Increíble, verdad?

Y no es que todo eso esté mal, pero si hago una reflexión más profunda de la situación veo claramente que mi error es que fui demasiado detallista en el momento equivocado y que eso pudo agobiarles, espantarles, hacer que salieran corriendo y no parasen hasta estar muy lejos, es decir, que me hiceran ghosting.

Está claro que esas «parejas» con las que yo derroché generosidad y atención a raudales no me conocían lo suficiente como para saber que esos son dos rasgos muy marcados de mi personalidad y por eso reaccionaron así, pero también es cierto, y esto es algo que comprendí con la experiencia, que ese exceso de detalles les llevó a la conclusión equivocada de que estábamos en «niveles emocionales» muy diferentes.

Y por lo tanto no querían recibir nada que ellos no fueran capaces de devolver. O dicho de otra forma, no lo hacían simplemente porque no les salía.

Y es que en esto de los sentimientos y emociones cada uno tiene sus ritmos, y a estas alturas de mi vida y después de todos mis aprendizajes creo que la clave para que una relación funcione está en una sincronización de tiempos en todos los sentidos: emociones, sensaciones, sentimientos, intenciones, objetivos, expectativas, proyectos…

Es decir, no es suficiente con que esa persona te atraiga físicamente, haya química y una intención mutua por conocerse…no no no… si esto fuera tan sencillo todo el mundo tendría pareja de una manera rápida.

Partiendo de la base de que hay atracción física e interés mutuo por conocerse, la realidad es que para que esa relación tenga posibilidades más allá de unas cuentas citas, lo más importante es que los dos estén al mismo nivel emocional, y esto lo que significa ni más ni menos es que las intenciones, objetivos y aspiraciones respecto a esa persona coincidan en ambos y a la vez.

Es decir, que los dos tengan muy claro que quieren jugar al mismo juego y con las mismas reglas en ese instante concreto (es realmente como jugar a la loteria).

La experiencia me ha demostrado que cuando eres excesivamente detallista con alguien a quién estás conociendo, esa persona automáticamente interpreta que quieres ir muy rápido en la relación, que te has enamorado locamente, que buscas un compromiso de manera express, que es el hombre de tu vida, que le amas por encima de todas las cosas, que es tu prioridad, que estás pensando en él las 24 horas del día…

Y como el no siente todo eso, se agobia, siente que le falta el aire, te pone la etiqueta de “espesa” e “intensa”… y una de dos, o desaparece de la noche a la mañana como si se le hubiera tragado la tierra (te hace ghosting) o empieza a dar claras señales de que te hará ghosting en cero coma segundos.

Así que si el ghoting se repite en la mayoría de tus relaciones, revisa si tienes tendencia a la generosidad abrumadora (como era mi caso). La clave está en aprender a dosificar esa generosidad y, sin dejar de ser detallistas (si es tu manera de ser), hacerlo con cuenta gotas al menos hasta tener claro a qué está jugando la otra persona.

Porque además, y aquí vienen todos los aprendizajes de esta historia y con los que me gustaría que te quedaras para ayudarte a responder a tu pregunta de por qué me hacen ghosting y qué hago para evitarlo:

  • Cuando eres excesivamente generosa y una geisha de los deseos de alguien a quién apenas conoces, lo que en realidad está pasando es que de manera inconsciente crees que si no eres así, no le gustarás; piensas que necesitas hacer algo extraordinario para que el otro te valore y que así lograrás que se enamore de ti (cuando en realidad pasará lo contrario).
  • Ese deseo de complacer al otro no es del todo altruista y aunque tú no lo quieras reconocer sí esperas algo a cambio: que el otro se enamore de tí, que te ame locamente, que se comprometa contigo y que te vea como una mujer super especial. Lo haces como una «estrategia» para conseguir todo eso, cuando en realidad si es amor de verdad, no necesitas hacer nada para que el otro se quede contigo.
  • Aunque tu te estés contando la película de que el tio se lo merece, en realidad no le conoces. No ha pasado el tiempo suficiente como para saber que esa persona posee en la realidad todas esas etiquetas de hombre de tu vida que le has colocado, solo por el hecho de estar hambrienta de amor.

Por tanto, si quieres evitar el ghosting mi recomendación para ti es que cuando estés empezando una relación en lugar de poner el foco en el otro y en complacerle, lo pongas en tí. Que te observes minuciosamente para darte cuenta de cuando estás pasando el límite en tu derroche de generosidad, y le estás regalando una tarta a alguien que solo te está dando un pastel .

Por todo esto, y después de hacer un profundo trabajo de autoconocimiento en el que descubrí porque mi vida sentimental era un camino tortuoso, un dia tomé la sabia decisión de dejar de regalar tartas y fue así como me dejaron de hacer ghosting.

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